Asia estornuda... y Occidente se resfría. La falta de suministros y de ciertos componentes en campos como pueden ser la fabricación de juguetes, el montaje de bicicletas, el calzado deportivo o la producción de ordenadores, perdura en estos tiempos y ya ha pasado más de un año y medio desde que comenzara la pandemia, momento en el que se empezaron a registrar su falta.
En poco más de un mes, llegará el Black Friday y posteriormente la campaña de Navidad, que este año augura una fuerte implicación de los consumidores y que pueden verse afectados seriamente por estos retrasos y cortes en las cadenas de suministro producidas a nivel mundial. Y eso, teniendo en cuenta tanto Black Friday como la campaña navideña son dos épocas claves para el sector deportivo, puede suponer la pérdida de muchas ventas para el canal.
Algunas empresas están preparándose para evitar la saturación de los encargos y la posterior logística, aumentando en la medida de lo posible sus 'stocks', sufriendo ya los efectos de la falta de contenedores, la saturación de los puertos (tanto de entrada como de salida de mercancía), y la falta de materias primas básicas, con un alto coste del transporte de mercancías por el aire.
EL TRANSPORTE MARÍTIMO, CADA VEZ MÁS CARO
Los costes de transporte en general, pero en específico el marítimo, han subido de forma descontrolada. Los envíos con origen en el sur y este de Asia se han incrementado aproximadamente un 400%, según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Por lo tanto, hay que sumar a la ausencia de contenedores que éstos valen ya casi cinco veces más que el año pasado por estas fechas, cuando se encontraban en 3.000 dólares.
En poco más de un mes, llegará el Black Friday y posteriormente la campaña de Navidad, que este año augura una fuerte implicación de los consumidores y que pueden verse afectados seriamente por estos cortes en las cadenas de suministro
También han subido las materias primas como el plástico, que es material principal del que están hechos muchos juguetes; el PVC, que está alrededor de un 30 % más caro; y algunos componentes de bicicletas, como el hierro de ciertos cuadros que llegan a tener alzas del 35%.
LAS GRANDES DEL DEPORTE, CON POCO PRODUCTO
Hace unos días Nike destapó un enorme agujero en el sector del retail al anunciar problemas de suministro por el cierre de sus fábricas en Vietnam, debido a brotes de covid. Adidas, Puma o Under Armour también se ven también afectados.
Los cierres en Asia -en este caso en Vietnam-, están afectando duramente a los fabricantes de ropa deportiva, ya que no pueden hacer frente a la fuerte demanda de zapatillas y ropa deportiva tras el confinamiento. Adidas obtuvo alrededor de un tercio de su producción en Vietnam. El director ejecutivo de Puma, Bjorn Gulden, dijo en julio que la compañía estaba tratando de obtener más de China para compensar la caída en Vietnam.
Nike, como adidas, Puma y tantas otras marcas, se enfrenta al menos a dos meses sin apenas unidades de producción en sus fábricas vietnamitas (que para Nike, por ekemplo, representaron el 51% de las unidades de calzado y el 30% de las prendas de vestir). La mayoría de las fábricas en Vietnam permanecen cerradas por mandatos gubernamentales y muchas empresas ya han perdido alrededor de 10 semanas de producción desde mediados de julio. Las instalaciones se van abriendo poco a poco pero tardarán varios meses en aumentar la producción y recuperar un ritmo "normal".
A todo esto hay que añadir, el retraso en los tiempos de transporte de Asia a América del Norte, duplicándose a 80 días debido a la congestión de puertos y ferrocarriles y la escasez de mano de obra. Eso ha dejado una gran cantidad de inventario en tránsito.
Nike, como adidas, Puma y tantas otras marcas, se enfrenta al menos a dos meses sin apenas unidades de producción en sus fábricas vietnamitas
LA DEPENDENCIA DE ASIA CONDENA A EUROPA
La dependencia abusiva que se tiene del mercado asiático, especialmente de China, venía siendo desde hace tiempo uno de los mayores problemas que presentan los países europeos a la hora de adquirir suministros o, incluso, productos manufactureros, añadiendo por supuesto los efectos negativos que ha tenido el coronavirus en las economías.
Los expertos afirman que hacer una buena planificación de cara a las campañas del Black Friday y de la Navidad, puede evitar que se produzcan roturas de 'stock' que limiten la venta de productos y su consecuente obtención de ingresos. Esto puede reducir de forma significante las oportunidades de venta a un cliente que este año presenta un perfil altamente consumista, y perder una oportunidad de mercado en la que el flujo de ventas es enorme, como ha sido desde hace unos años el Black Friday.