Columbia lanza 'Expedition Impossible', un desafío irónico a los terraplanistas

Columbia Sportswear ha puesto en marcha “Expedition Impossible”, una campaña tan provocadora como humorística que reta a los terraplanistas a encontrar el supuesto borde de la Tierra. La promesa es tan desorbitada como intencionada: quien lo logre y pueda demostrarlo se llevará todo lo que posee la compañía.

El desafío se ha presentado con una carta abierta del CEO de la marca, Tim Boyle, publicada en The New York Times y difundida en todas las plataformas sociales de Columbia. En ella, Boyle se dirige directamente —y con evidente ironía— a la comunidad terraplanista, reivindicando al mismo tiempo la durabilidad y resistencia del equipamiento outdoor de la marca.

“Es hora de poner vuestro mapa donde tenéis la boca”, escribe Boyle en su mensaje. “Nuestra equipación está hecha para soportar cualquier aventura. Así que os invito a hacer lo que nadie en la historia ha logrado: encontrar el borde de la Tierra. Si lo encontráis y nos enviáis una foto, no solo tendréis el mérito… también tendréis todo lo que posee la compañía”. El CEO remata con un aviso tan cómico como intencionado: “Usad Columbia. Es cálida, impermeable y lo bastante resistente para casi todo… salvo quizá para caer al abismo”.

La marca explica que esta acción busca canalizar “la energía irreverente” que históricamente ha definido a Columbia, además de subrayar la durabilidad e innovación que han marcado su trayectoria. El desafío —imposible por definición— sirve como escaparate creativo para mostrar hasta dónde puede llegar su equipamiento técnico: incluso hasta un borde que, por supuesto, no existe.

La campaña incluye un vídeo protagonizado por el propio Boyle y acciones digitales en las que Columbia interactuará con foros, comunidades conspirativas y comentarios en redes sociales, aprovechando la conversación generada alrededor del terraplanismo para amplificar el tono humorístico de la iniciativa.

“Intentad decirles a los terraplanistas que el borde no existe”, bromea Boyle. Entretanto, Columbia ya los espera “con las llaves en la mano”.