La alimentación apuesta por el deporte
La cadena de supermercados alemana lanza una nueva colección de esquí con precios muy competitivos. Un movimiento aparentemente discreto, pero que suma volumen y sigue arañando ventas en categorías donde el canal deporte ya compite con márgenes ajustados.
Después de que las cadenas de moda hayan arañado cuota en casi todas las categorías deportivas, ahora es el turno del sector alimentación: ALDI vuelve a la carga con una colección de ropa de esquí. La cadena alemana lanza este sábado 29 de noviembre su colección invernal, esa que aparece por tiempo limitado pero que, curiosamente, logra mover un volumen nada limitado. Porque parece intrascendente -“solo unas chaquetitas baratas”-, pero la realidad es que estos operadores hacen caja. Mucha caja. Y cuando el consumidor medio encuentra una chaqueta impermeable a 29,99 euros mientras empuja el carrito, la tentación es demasiado grande como para ignorarla… y el impacto, demasiado evidente como para que el comercio deportivo mire hacia otro lado.
La estrella de la colección es la chaqueta de esquí para adulto por 29,99 euros, con tratamiento BIONIC-FINISH® ECO, capucha ajustable y hasta bolsillo interior para el móvil. Que no será GORE-TEX, pero por ese precio casi podría serlo. A juego, unos pantalones por 19,99 euros: impermeables, cortaviento y con costuras selladas. Básicamente, un set completo por lo que en algunas tiendas apenas cuesta un guante técnico. Y no uno especialmente sofisticado.
La oferta continúa con camisetas interiores por 7,99 euros y mallas por 6,99 euros con tecnología Hydrocool, más una chaqueta polar por 7,99 euros. Todo ello en colores que, sorprendentemente, parecen haber sido elegidos por alguien que sí sabe de textil. El remate lo ponen unos guantes polares por 2,99 euros. Pero ALDI no se queda ahí: también equipa a los más pequeños con chaquetas infantiles por 19,99 euros, pantalones con tirantes por 16,99 y botas de nieve por 12,99 euros.
El movimiento, como siempre, planteará la misma reflexión en el sector: ¿es realmente un problema que cadenas como ALDI o LIDL vendan esquí? La respuesta, aunque duela, es sí. Porque estas colecciones relámpago, baratas y funcionales, no solo capturan a consumidores ocasionales: erosionan ventas, acostumbran al público a precios inviables para el comercio especializado y consolidan la idea de que el material deportivo “tampoco es para tanto”.
La moda ya lo hizo. Ahora, la alimentación sigue el camino. Y mientras tanto, los especialistas, entre el margen reducido y la inflación del low-cost, miran cómo la nieve sigue acumulándose. Pero no precisamente en las pistas.

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