Buff consolida su recuperación. La marca catalana especializada en accesorios deportivos y outdoor cerró su ejercicio fiscal 2024/25 —finalizado el pasado abril— con una facturación de 45,6 millones de euros y un beneficio neto de 2,7 millones, lo que representa un aumento del 2,2 % respecto al año anterior. La compañía, con sede en Igualada (Barcelona), continúa así su trayectoria positiva tras dejar atrás las pérdidas registradas en 2023.
El 58 % de su producción se fabrica en sus propias instalaciones de Igualada y un 10 % adicional en territorio nacional, apostando por proveedores locales y procesos de cercanía. Actualmente, Buff cuenta con más de 3.000 clientes y presencia en más de setenta países, empleando a 362 personas en todo el mundo.
En su último informe de sostenibilidad, la empresa subraya que el 78 % de las ventas proviene de productos sostenibles, elaborados con materiales reciclados o naturales, como la lana merina. Gracias a esta apuesta, más de 53 millones de botellas de plástico se han transformado en accesorios Buff. Entre sus proyectos más recientes destacan “Ecofelt”, que reutiliza recortes de lana para nuevos artículos, y su tecnología de impresión digital sin agua, que reduce de forma significativa el impacto ambiental.
“Este ejercicio ha marcado un paso adelante en nuestra transformación como compañía, integrando innovación, bienestar y sostenibilidad en nuestro modelo de negocio”, explica David Camps, consejero delegado de Buff. Además, la firma ha destinado el 5 % de su beneficio neto a su plantilla, dentro de su iniciativa “Share More”, y ha reforzado su apoyo a proyectos medioambientales como la reforestación de zonas afectadas por incendios.

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