Y, pese a todo, Nike sigue mandando

30/10/2025
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Nike sigue siendo el gigante del deporte. La marca estadounidense cerró 2024 con unos ingresos de 51.360 millones de dólares, una cifra que todavía la mantiene en cabeza, con bastante margen frente a sus competidores. Tanto es así, que en conjunto, su cuatro principales competidores, adidas, Anta, Lululemon y ASICS, sumaron 50.990 millones, prácticamente a la par.

También en capitalización bursátil la diferencia sigue siendo considerable: Nike alcanza 114.300 millones de dólares, frente a los 112.700 millones que reúnen sus cuatro grandes rivales. El dato refleja un escenario en el que, pese a la ligera desaceleración de la compañía de Oregón, su dominio sigue siendo indiscutible.

El mercado global del sportswear continúa expandiéndose, impulsado por la fiebre del running, la consolidación del athleisure y la fortaleza del consumo en China. En ese contexto, es innegable que las marcas competidoras ganan terreno con estrategias muy diferenciadas: adidas recupera impulso gracias a sus franquicias clásicas y al segmento del running, Anta consolida su hegemonía en el mercado chino, Lululemon refuerza su modelo basado en comunidad y estilo de vida, y ASICS vive un renacimiento ligado al boom del running técnico y la salud.

Pero en medio de este contexto donde las marcas "retadoras" buscan cómo seguir ganando cuota, Nike, pese a sus baches, pese a sus estrategias fallidas, conserva una ventaja clara en escala, presencia global y poder de marca. La distancia puede haberse acortado, eso está claro, pero la marca del swoosh sigue marcando el ritmo del sector. El próximo capítulo del mercado deportivo no se decidirá solo por el tamaño, sino por la capacidad de cada marca para moverse con rapidez, mantener el foco y conectar culturalmente con el consumidor. Y mientras Nike, a pesar de las turbulencias, sigue liderando con contundencia todos los ránkings, otras marcas, que en su día emergieron como sus grandes retadoras, cambian a la baja sus previsiones, se han quedado estancadas o, incluso,  empiezan a dar signos de retroceso. 

Nike se han equivocado en no pocas cosas, eso es innegable, pero al final, al César... lo que es del César. 

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