El diálogo constante entre atletas, diseñadores y científicos es la base de la estrategia de la marca

Nike pone a prueba sus límites junto a los atletas para crear sus nuevos prototipos

Redacción Tradesport07/10/2025
La marca del swoosh illeva años perfeccionando un método único de desarrollo: probar sus prototipos junto a atletas de élite bajo el máximo secreto. Detrás de cada récord y cada nuevo modelo, hay un proceso científico basado en confianza, datos y muchas horas de ensayo.
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Todas las zapatillas de Nike que han roto récords comenzaron del mismo modo: como prototipos cubiertos de negro, ocultos a simple vista. Esa discreción forma parte del llamado proceso de blinding —literalmente, “ocultamiento”— con el que la marca del swoosh desarrolla y prueba sus modelos junto a atletas de élite.

El objetivo no es solo mantener el secreto hasta el lanzamiento, sino también eliminar cualquier influencia visual sobre el deportista. “Queremos aislar la respuesta física y emocional del atleta ante una nueva tecnología”, explica Tobie Hatfield, Senior Director de Athlete Innovation en Nike. “Si saben que te preocupas por ellos, confiarán en el producto”.

El maratonista estadounidense Conner Mantz vivió ese proceso en primera persona con el prototipo de las Vomero Premium. En diciembre de 2023 recibió un modelo totalmente camuflado: las unidades Zoom Air, integradas en la mediasuela, estaban cubiertas con cinta adhesiva para ocultar su diseño. “Aún se veían las marcas de la cinta”, recuerda Mantz. “Era para que nadie pudiera reconocer la zapatilla durante mis entrenamientos”.

La Vomero Premium, con una mediasuela completa de espuma ZoomX y una altura de 55 mm —demasiado alta para las normas de World Athletics—, marcaba un nuevo experimento en amortiguación. En plena recuperación de una lesión y con los Trials olímpicos de 2024 a la vista, Mantz necesitaba un calzado que le devolviera la confianza. Las primeras pruebas fueron exigentes, con versiones que iban desde demasiado blandas hasta excesivamente firmes, pero tras cinco iteraciones, el atleta encontró su punto ideal. Con ellas ganó los Trials de EE. UU. y, meses después, fue octavo en el maratón olímpico de París.

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El diálogo constante entre atletas, diseñadores y científicos es la base del sistema Nike. “Los comentarios sinceros de los deportistas hacen que todos los productos sean mejores”, señala Rachel Nichols, líder de desarrollo de Nike Running. Cada prototipo pasa por un ciclo de pruebas y ajustes en el Nike Sport Research Lab (NSRL), donde se realizan mediciones fisiológicas y biomecánicas, como el consumo de oxígeno o la eficiencia del zancado.

Así lo comprobó también la campeona mundial Faith Kipyegon, que participó en el desarrollo de la Victory Elite FK, diseñada para ayudarla en su intento de romper la barrera de los cuatro minutos en la milla. Sus observaciones llevaron a cambios clave, como ampliar la anchura del antepié o mejorar la tracción.

El proceso recuerda a los orígenes de la Vaporfly 4%, cuyo prototipo pasó casi inadvertido hasta que Eliud Kipchoge lo usó en el proyecto Breaking2, demostrando su potencial en el cronómetro.

Para Nike, cada nuevo modelo es un experimento entre ciencia, intuición y confianza. “Una zapatilla no debe ser una solución en busca de un problema”, concluye Hatfield. “Todo empieza escuchando a los atletas y entendiendo qué necesitan realmente. Ahí es donde nacen las innovaciones que cambian el deporte”.

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