La marca renace tras superar un concurso de acreedores
La histórica marca francesa de ropa y equipamiento deportivo Le Coq Sportif ha encontrado comprador y evita la desaparición tras varios meses en concurso de acreedores. Un tribunal económico de París ha adjudicado la compañía al empresario franco-suizo Dan Mamane, cuya propuesta se ha impuesto a las demás por ser “la más ambiciosa desde el punto de vista industrial”, según fuentes del Ministerio de Economía francés.
El plan de Mamane incluye una inversión global de 70 millones de euros —de los cuales más de 15 millones ya se habrían ejecutado durante el periodo de observación judicial— y contempla reposicionar a Le Coq Sportif como una “marca deportiva internacional de referencia y de estilo de vida de gama alta”. El empresario, conocido por haber rescatado anteriormente a Conforama Suiza, presentó su oferta a través de su holding Made 2 Design, con el respaldo del fondo Mirabaud Patrimoine Vivant, que ya fue accionista minoritario de la marca, y con el apoyo de Alexandre Fauvet, exdirector general de Lacoste y Fusalp, quien asumirá ahora la dirección general de Le Coq Sportif. También podría sumarse al equipo directivo Cédric Meston, de Tupperware France, para reforzar la transformación del modelo de negocio.
Entre los ejes del nuevo proyecto para Le Coq Sportif se encuentran la segmentación de su oferta en categorías como moda deportiva, vestuario técnico y estilo vintage; la modernización de su red comercial con el cierre de tiendas no rentables y el impulso del e-commerce y los marketplaces; así como una optimización de costes y una mayor presencia internacional para competir en un mercado dominado por gigantes como Nike, Adidas y Puma.
Fundada en 1882 por la familia Camuset, Le Coq Sportif ha vestido recientemente a los equipos olímpicos y paralímpicos de Francia para los Juegos Olímpicos de París 2024 y será también la marca oficial en los próximos Juegos de Invierno. Desde 2005 pertenecía al grupo suizo Airesis, pero las dificultades financieras de los últimos años la llevaron a declarar suspensión de pagos en noviembre de 2024, tras registrar pérdidas de 18 millones de euros en el primer semestre del año.
“Tras unos años difíciles, Le Coq Sportif necesita recuperar su influencia y deseabilidad”, aseguró Dan Mamane tras conocerse la decisión judicial. “Nuestro proyecto se basa en los activos de esta marca emblemática: un nombre francés, una experiencia textil única, una base territorial valiosa y un inmenso potencial para reconquistar a los clientes”.
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