La obra repasa la trayectoria de esta empresa familiar que ha pasado por cinco generaciones
El vínculo entre Babolat y el tenis se remonta a los orígenes del propio deporte. Fue en 1875, justo cuando se establecían las reglas del juego en Inglaterra, cuando Pierre Babolat, desde su fábrica en Lyon, fue invitado a desarrollar la primera cuerda de tripa natural para raquetas. Esa cuerda legendaria impulsaría a los célebres Mosqueteros franceses —René Lacoste, Jean Borotra, Henri Cochet y Jacques Brugnon— y a la icónica Suzanne Lenglen a lo más alto del tenis mundial.
Durante el siglo XX, campeones como Martina Navratilova, Björn Borg, Yannick Noah o Boris Becker siguieron cosechando éxitos empuñando raquetas encordadas con cuerdas Babolat, ya fueran naturales o sintéticas. En 1994, la marca dio un paso crucial al lanzar su primera raqueta propia, la Pure Drive, con la que Carlos Moyá conquistó Roland-Garros en 1998, firmando el primer Grand Slam para la firma gala.
El libro también recorre la era dorada de Rafael Nadal en la Philippe-Chatrier —donde ha levantado el trofeo en 14 ocasiones con raquetas y cordajes Babolat—, y se asoma al presente con la figura de Carlos Alcaraz, también campeón en París en 2024 —y en la recientísima edición de este año— y nuevo abanderado de la marca.
La obra, escrita por la periodista de Canal+ Charlotte Gabas, repasa la trayectoria de esta empresa familiar que ha pasado por cinco generaciones hasta llegar a Éric Babolat, actual CEO desde 1998. Con pasión, juventud e innovación como señas de identidad, Babolat se ha consolidado como marca de referencia no solo en tenis, sino también en pádel, bádminton y pickleball.
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