El número de gimnasios privados ha crecido en España el 9,4 % durante la crisis debido en gran parte a la privatización de instalaciones municipales por recortes presupuestarios, así como a la irrupción de los locales "low cost", que compensaron el cierre de pequeños establecimientos. Mientras en 2008 había en España un total de 11.493 instalaciones deportivas en manos de empresarios privados, el año pasado esa cifra se elevó a 12.577, según explicó a Efe la presidenta de la Federación Española de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FDEIN), Hortensia Vigil.
Asimismo, señaló que el empleo ha crecido durante estos cuatro años el 16 %, hasta sumar 71.300 trabajadores.
En cuanto a la facturación del sector, ésta lleva a la baja tres años, con descensos del 9,4 % en 2009, del 6 % en 2010 y del 5 % en 2011, debido tanto a la guerra de precios como a la crisis, apuntó Vigil, que consideró que este año el negocio volverá en torno al 5 %, al menos durante el primer semestre.
Apuntó que mientras hace años los polideportivos públicos suponían un problema porque no podían competir contra ellos en precios, ahora se han convertido en una de las salida para el sector privado.
"Las cosas han cambiando debido al ajuste presupuestario al que se ven obligados los ayuntamientos por la crisis", afirmó Vigil, que señaló que, actualmente, la práctica totalidad de las instalaciones deportivas públicas han pasado a ser de gestión privada por cuestiones de rentabilidad.
Añadió que para recuperar la facturación es vital que el crédito llegue a las familias y que se reactive el consumo, así como que se acabe con la idea de que el deporte tiene que ser "gratis".
Las autoridades fomentan la actividad física desde un punto de vista "lúdico", cuando en realidad deberían impulsarla desde un punto de vista sanitario y de gasto público, lamentó Vigil.
"Hacer deporte evita enfermedades y mejora la salud de los ciudadanos", aseveró Vigil, quien aseguró que si la gente hiciera más deporte bajaría el gasto en medicamentos y en tratamientos médicos, así como el absentismo laboral.
Actualmente, se estima que entre un 20 y un 25 % de la población practica alguna actividad física.
"Si todo el mundo practicara deporte evitaríamos un gasto importantísimo y los gimnasios seríamos la solución al problema de la Seguridad Social", afirmó Vigil, quien advirtió que hacer deporte en un parque sin la supervisión de un monitor puede ser contraproducente.
En el terreno normativo, la Federación quiere que el sector, actualmente dependiente del Consejo Superior de Deportes, pase a depender de Economía porque, subrayó Vigil, "somos empresarios y no deportistas".
En el ámbito municipal, añadió, los gimnasio están regulados como "actividades recreativas", por lo que se les aplica la misma normativa que a discotecas o restaurantes, lo que no tiene mucho sentido, añadió.
La presidenta de FNEID lamentó también el freno que supone para la expansión territorial de una cadena los diferentes criterios que aplican las autonomías, por lo que pidió que éstos se unifiquen
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