La imagen del consumidor encadenado, desinformado y condicionado no tiene cabida hoy en día. El consumidor, agotado por la crisis y los recortes cada vez más drásticos en el presupuesto y armado con una herramienta extraordinaria para sacar el máximo provecho a sus gastos, Internet, toma las riendas de su propio consumo.
Así pues, se libera de las redes de distribución clásicas para acercarse a los productores y presiona a las marcas exigiéndoles que reaccionen y fomenten un consumo más responsable. Este nuevo consumidor se compromete, dicta sus propias normas y pone sus exigencias sobre la mesa. El consumidor alternativo ha hecho de los circuitos cortos su lema, saltándose a los intermediarios. Entonces, ¿qué lugar ocupan los distribuidores en el tablero?
Aunque en apuros, los distribuidores podrían recuperar el favor de los consumidores… siempre y cuando acepten someterse a las nuevas reglas del juego adoptando también modelos de distribución alternativos.
Pasar de ser un simple intermediario entre productor y consumidor a ser quien facilita el consumo alternativo, he ahí el reto de los distribuidores.
Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio que El Observatorio Cetelem, en colaboración con el gabinete de estudios y asesoría BIPE, elaboró los presentes análisis y predicciones en diciembre de 2012 en base a una encuesta llevada a cabo por TNS Sofres en noviembre de 2012.
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