El Corte Inglés quiere facturar por Internet uno de cada tres euros en el 2026

El Corte Inglés ya no será solo sinónimo de grandes almacenes de moda. Si hasta ahora había centrado su línea de negocio principalmente en el sector retail, la revolución del sector de la distribución y la crisis provocada por la pandemia han marcado un cambio de rumbo. La empresa apuesta ahora por diversificar sus actividades y abrirse a nuevas áreas dentro del proceso de transformación en el que está inmersa.

La junta general de accionistas de la compañía celebrada ayer dio luz verde al plan estratégico para el período 2021-2026, que aboga por combinar el desarrollo de negocios existentes, como retail, viajes, seguros y servicios financieros, con la entrada en nuevos segmentos como logística, operadora móvil, comercializador de energía y servicios de seguridad y alarmas, entre otros. Además, se marca otros tres ambiciosos objetivos para ese horizonte del 2026: lograr duplicar su ebitda (resultado bruto de explotación) hasta los 1.700 millones, reducir un 60 % su deuda -que a cierre del 2020 superaba los 3.800 millones- y multiplicar la venta online hasta que esta suponga el 30 % de la facturación del grupo. En este último indicador, la pandemia ya disparó un 132 % los ingresos del comercio digital del grupo, hasta alcanzar los 1.800 millones, por lo que se ha convertido en una de sus grandes apuestas, hasta el punto de que confía en plantar cara a un gigante como Amazon.

El consejero delegado, Víctor del Pozo, detalló a los accionistas los pormenores del plan estratégico y explicó que el futuro de El Corte Inglés se basa en la «construcción de un ecosistema de negocios apoyado en una actividad de retail única», que persigue cuatro beneficios: maximizar su valor y rentabilidad, mejorar la competitividad, crear sinergias entre los distintos negocios y disminuir los riesgos. Del Pozo señaló que El Corte Inglés va a evolucionar a un «ecosistema de servicios y negocios, donde las nuevas actividades tendrán un papel relevante». Se convertirá así en «una empresa que hace la vida más fácil de las personas al ofrecer la mejor selección de productos y servicios».

En este sentido, Del Pozo explicó a los inversores las cuatro nuevas líneas de actividad que ya se han puesto en marcha: El Corte Inglés Logistics (operador logístico integral de referencia); Sweno, como operador móvil y también como comercializadora de energía; y Sicor para ofrecer a terceros servicios relacionados con la seguridad, servicios auxiliares y alarmas.

Además de esa nueva estrategia, la presidenta, Marta Álvarez, avanzó también el lanzamiento para el próximo otoño de una nueva tarjeta de compra de El Corte Inglés. Si hasta ahora esta solo podía ser utilizada en sus centros propios, a partir de ahora, y gracias al acuerdo alcanzado con Mastercard, se podrá usar en cualquier otro comercio o servicio, en España y el extranjero.

«El Corte Inglés está en plena evolución y transformación de nuestros negocios, lo que nos permitirá abordar el futuro con modernidad; obtener nuevas fuentes de ingresos, y conseguir mayor solidez empresarial», defendió la presidenta.

2021, el año de la recuperación
La hija del histórico Isidoro Álvarez definió el plan estratégico como «un proyecto realista, pero ambicioso», y predijo que se convertirá en un «modelo de negocio de «éxito y futuro gracias a nuestros principales activos: nuestro equipo, la confianza y la marca». Para ello, prometió actuar «en el marco del rigor, la seriedad y la austeridad».

Aunque el 2020 fue un año duro para El Corte Inglés, en el que por primera vez registró pérdidas (casi 3.000 millones en términos netos), Álvarez avanzó que «estamos ya en plena recuperación» y esgrimió que el primer trimestre de 2021 va a cerrar con cifras muy cercanas a las del 2019.

Además del plan estratégico, la junta de accionistas aprobó todas las propuestas del consejo de administración, entre las que destacan la aprobación de las cuentas anuales del 2020 y el reparto de un dividendo de 25 millones.