El sector de los centros y parques comerciales ha sido de los que mayor inversión ha generado en los años posteriores a la crisis financiera que se desató en 2008. Entre 2014 y 2019 se llevaron a cabo transacciones por valor de 12.057 millones de euros, según los datos que cada año recopila la patronal del sector, la Asociación Española de Centros y Parques comerciales (AECC). El año pasado fueron 957 millones, una cifra más baja a la espera de sumar operaciones muy próximas a cristalizar.
Sin embargo, el sector ya cuenta con que mucha de la inversión prevista para este 2020 se retrasará, como mínimo, hasta 2021 debido al impacto que una nueva crisis, la del coronavirus, tendrá sobre el consumo y, por tanto, sobre la capacidad de sus negocios de generar ingresos. “Prevemos una ralentización de las inversiones o un retraso de las operaciones durante unos meses hasta que se puedan materializar. Además, los nuevos desarrollos que estaban previstos para este año lo más probable es que también se retrasen”, explica a CincoDías el presidente de la AECC, Eduardo Ceballos. “El sentimiento de los inversores va a estar ligado a cómo evolucione la pandemia. Es un problema que afecta a todo el mundo y claro que afectará a las inversiones”, añade.
La AECC calculaba antes de que explotase la crisis actual que 2020 vería una mayor cifra de inversiones a la de 2019, lo que supondría algo más de 1.000 millones. Ahora, cualquier estimación está en cuarentena, al igual que la ejecución de los 18 nuevos desarrollos previstos entre este año y 2022 que debían añadir cerca de 700.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable, además de nueve proyectos de ampliación que deberían sumar otros 100.000.
Vuelta a la actividad
Que esas inversiones se retomen en buena parte dependerá de la capacidad del sector para superar este parón de actividad. Y Ceballos afirma que para ello es vital poder recuperarla al mismo tiempo que todo el comercio minorista. El plan de desescalada diseñado por el Gobierno deja para la fase 2, a finales de mayo, la posibilidad de que centros y parques comerciales reabran. “No entendemos la discriminación. Sí, nuestro tamaño es mayor, pero precisamente por eso podemos gestionar mejor el aforo. Y con una restricción del 40% que plantea el Gobierno el riesgo es muy pequeño”, analiza Ceballos, quien recuerda que la “gran mayoría” han estado abiertos durante el estado de alarma, para permitir el acceso a las tiendas de alimentación o supermercados instalados en ellos.
“Abrir dos semanas más tarde es muy malo para los centros, para el empleo y para la supervivencia de las empresas de los centros. Más del 85% de los locales tienen menos de 300 metros cuadrados; son pequeños comercios, pymes, franquicias... Para la restauración también es malo”, insiste Ceballos, y alega que cuando estos centros abran “el tráfico va a ser inferior ya de por sí. Por eso, esas dos semanas de retraso nos crea un daño terrible a todos y afecta a la recuperación del empleo”.
La patronal de los centros y parques comerciales ha insistido en varias peticiones desde que el coronavirus obligase su cierre. Entre ellas, la flexibilización de los ERTE para acompasar el retorno de los afectados a la recuperación de la actividad, una ampliación de las líneas de liquidez avaladas por el ICO, reducciones de IVA o aperturas durante más días festivos en 2021 para impulsar el consumo.
Fuente: cincodias.com
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