La Federación Internacional de Natación (fiNA) ha puesto fin a la polémica por los nuevos trajes de baño e impuso reglas muy estrictas para su utilización, que se aplicarán ya en el Mundial de agosto en Roma. En una reunión celebrada en Dubai la fiNA dispuso que los trajes de baño no podrán cubrir el cuello, los hombros y los tobillos de los nadadores. Además, el material de las prendas deberá tener un grosor máximo de un milímetro, tendrá que adherirse completamente al cuerpo y no podrá superar el efecto de flotabilidad a un newton (100 gramos).
Tampoco se permitirá la confección de bañadores individualizados y durante la competencia los atletas sólo podrán utilizar un traje de baño. En campeonatos pasados algunos competidores llevaban un traje encima del otro.
La fiNA decidió dar este paso después de que en el 2008 se registraran 108 récords mundiales y ante la amenaza de que el deporte se conviertiera en una lucha de materiales. La federación pretende que el nadador vuelva a estar en el primer plano. Dispondrá de un sistema de control propio para que se cumpla la nueva reglamentación, que regirá hasta el 31 de diciembre. A partir de 2010 se tomarán nuevas medidas.
Los fabricantes tienen tiempo hasta el 31 de marzo para enviar las solicitudes de aprobación de sus trajes. En tanto, para la ropa deportiva que se utilizará en el 2010 deberán presentar su solicitud hasta noviembre, mientras que en el futuro se renovarán los permisos hasta el 1 de agosto de cada año o al menos doce meses antes de un campeonato mundial o Juegos Olímpicos.
El modelo aprobado deberá estar en el mercado al menos seis meses antes de que se disputen títulos mundiales u olímpicos. La fiNA anunció que publicará una lista con los modelos permitidos.
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