El miedo que genera el creciente brote de casos de coronavirus hace que los inversores quieran vender activos de riesgo por las interrupciones de suministro que está causando la enfermedad en las empresas que obtienen sus componentes o productos de China.
En 2018, China representaba una quinta parte de las importaciones de Estados Unidos, según datos de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. Las principales categorías importadas eran muebles, juguetes, equipos deportivos y plásticos.
Entre las principales empresas, con sede en Estados Unidos, que más sufrirán esta venta de acciones hay una marca deportiva: Nike.
A principios de mes, la empresa dijo que la mitad de sus tiendas en China han cerrado debido al coronavirus y que cree que el brote tendrá un "impacto material" en sus operaciones en China.
El país infectado también representa la mayor área de crecimiento de Nike en los últimos años. La compañía generó 6.200 millones de dólares en ventas en la región el año pasado, frente a los 2.600 millones del 2014. Tras los máximos históricos de 105,62 dólares que registraba en enero, la compañía cayó un 9% desde entonces. El pasado lunes, las acciones cerraban con un descenso de un 4,3%.
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