Puma, el tercer mayor fabricante de indumentaria deportiva del mundo, subió el viernes su estimación de ventas del año, apoyado en una sólida cartera de pedidos, pero mantuvo silencio sobre su previsión de ganancias. LA marca, que pertenece a la minorista francesa PPR, que también es dueña de Gucci, elevó su objetivo de ventas del 2008 a un crecimiento de un dígito porcentual entre medio y alto, desde un incremento de sólo un dígito porcentual ajustado al tipo de cambio.
La mejora de perspectivas se debió a su desempeño en lo que va del año y a la solidez de su cartera de pedidos. Los pedidos totalizaron 1.160 millones de euros hasta septiembre, un alza de un 4,7 por ciento ajustada al tipo de cambio. Las ventas consolidadas se incrementaron un 9,2 por ciento, ajustadas por tipo de cambio, a 712,7 millones de euros (930,5 millones de dólares). Las ventas en América crecieron un 18,7 por ciento, ya que el negocio estadounidense se estabilizó.
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