2020 no pintaba nada bien en el segundo trimestre, pero, al final, son muchas las marcas que están logrado maquillar el desastre. Entre ellas Nike, que no solo está salvando el año, sino que, además, lo ha cerrado con números positivos: la marca americana cerró su primer semestre fiscal (junio-noviembre) con una facturación de 21.837 millones de dólares y un beneficio neto de 2.769 millones de dólares. ¿Las claves del éxito? Su fuerte crecimiento en una China renacida, donde ha crecido un 14%, y el despegue de su plataforma online, cuyo auge ha alcanzado el 84%, una cifra suficiente para equilibrar las pérdidas del offline.
El principal mercado de la marca continúa siendo Estados Unidos, junto a Canadá y México. En estos mercados ha logrado contener las fuertes pérdidas y las ventas apenas cayeron un 1%. En la región EMEA, en cambio, las cosas se han revertido, con un auge del 17% en el segundo trimestre y del 8% en el global del semestre.
Pero el foco del crecimiento hay que buscarlo en Asia, en especial en China, que tras la pandemia (allí, al parecer, se ha superado), se ha consolidado como el gran motor del crecimiento de la marca de Portland. El crecimiento en el gigante asiático ha alcanzado el 14% en este primer semestre fiscal.
Por categorías, el calzado facturó un 7% más en el primer semestre, hasta 13.569 millones de dólares, mientras que el textil se mantuvo estable en 6.460 millones de dólares. Por el contrario, la venta de equipamiento cayó un 9% y se situó en 718 millones.
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