Las grandes empresas de la distribución insisten en la histórica reclamación que vienen haciendo desde hace años, y que solo la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha: la libertad de horarios de los comercios -grandes o pequeños-, independientemente del día, la autonomía o el sector de que que se trate, para afrontar con más fiabilidad su futuro. Así lo volvió a pedir ayer el presidente de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Alfonso Merry del Val, en la asamblea anual de la organización. «¿Se va a prohibir a los consumidores comprar un domingo a través de Amazon?», se preguntó durante su intervención.
Las empresas del sector alertan ante «el discurso proteccionista que ha vuelto a aparecer» en torno al comercio. «No vamos a ser capaces de frenar a los compradores», insistió Merry del Val, quien puso sobre la mesa otro competidor de las limitaciones horarias: Internet. «Impedir que el formato comercial físico pueda dar la batalla contra estos nuevos competidores» al no dotarlo de flexibilidad en sus aperturas, según el presidente de Anged, es un error.
Seguir el ejemplo de Madrid
En su lucha por conseguir la liberalización del sector, Alfonso Merry del Val señaló que no comprende «cómo una potencia con 70 millones de turistas al año no permita abrir los domingos sus comercios». El Gobierno ha autorizado este año 700 zonas de gran afluencia turística, donde los establecimientos disponen de libertad horaria, en función de la estacionalidad y meses de verano. Pero desde la organización que aglutina a los grandes distribuidores -El Corte Inglés, Carrefour, Eroski, Alcampo, Ikea o Leroi Merlin, entre otros- quieren que se extienda el modelo madrileño a todo el país. «Impedirlo es perfectamente inútil», señaló Merry del Val.
Anged recuerda que mientras que en España el número de empleados del comercio minorista ha aumentado un 2,3 % en el segundo trimestre de este año con respecto al mismo del 2012, en Madrid esta mejoría se ha acercado al 10 %. El año pasado se crearon en el sector 6.200 empleos.
Los grandes distribuidores se sienten en el medio de la diana por parte de algunas comunidades, a tenor de las medidas aprobadas en torno a este sector. De hecho, Anged carga contra los Gobiernos que han aprobado impuestos para gravar sus actividades. «Las moratorias -en referencia a leyes como las de Cataluña-, los impuestos -hasta seis autonomías aplican tributos específicos para estas superficies- y todo tipo de restricciones a los grandes formatos que siguen anunciando los responsables públicos con la finalidad de erigirse en protectores del pequeño comercio son medidas huecas, cómodas y baratas pero no alcanzarán sus objetivos», señaló Merry del Val.
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