Los expertos recomiendan permitir a los comercios barceloneses abrir entre ocho y 10 domingos y festivos más en los meses de verano y revisar las fechas de los 8 permitidos actualmente para aprovechar mejor la afluencia de visitantes y turistas y no alterar las pautas de consumo de los ciudadanos.
Con ello se incrementaría la facturación y la ocupación tanto en el pequeño comercio como en las grandes superficies, según el estudio "Efectos de la liberalización de horarios comerciales en la ciudad de Barcelona", que ha elaborado el Laboratorio de Transferencia en Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona (UB) por encargo del Ayuntamiento de Barcelona.
La teniente de alcalde de Economía, Empresa y Ocupación, Sònia Recasens, que ha presidido el acto, ha insistido en que este informe es un instrumento más para que los comerciantes consensúen una decisión sobre la cuestión de la apertura en festivos. Recasens ha señalado que la principal conclusión del informe es la "viabilidad" de añadir nuevos festivos abiertos sin causar daños al pequeño comercio de proximidad.
A petición de la asociación de comerciantes Shopping line, el Ayuntamiento de Barcelona hizo el encargo de un estudio que midiera el impacto económico que podría generar en el conjunto de la ciudad de Barcelona y de su tejido comercial la aplicación del Real Decreto-ley 20/2012 que fijaba en 16 los domingos y festivos en que podrían abrir las grandes superficies durante todo el año, con un mínimo de diez, en toda España.
Sonia Recasens ha querido dejar claro que la presentación de este estudio no resta contundencia al rechazo manifestado por el consistorio a este decreto ley por la invasión de competencias que considera que supone. El citado decreto ley ha sido recurrido tanto por la Generalitat, como por el ayuntamiento y no se aplica por ahora en Cataluña.
La presentación de este estudio ha corrido a cargo del director del equipo investigador del laboratorio AQR-Lab de la UB, Jordi Suriñach, que ha sugerido el incremento de domingos y festivos abiertos para acercar de manera progresiva Barcelona a otras ciudades como Londres, París o Nueva York.
Según el estudio, el aumento medio del número de domingos y festivos (entre ocho y 10 adicionales) con el comercio abierto podría llegar a proporcionar resultados más significativos con incrementos máximos de facturación y empleo de 98 millones de euros y de 419 ocupados y parece la opción más adecuada para Barcelona.
La posibilidad de obtener estos resultados está supeditada a dos factores: que se produjera un aumento muy elevado de las ventas y que no se desencadenasen cambios en los hábitos de consumo de los residentes. Por eso se sugiere una elección estratégica de los domingos y festivos en los que se podría abrir, "para que se abra cuando puede haber más ventas y causar menos cambios de hábitos".
Así, se sugiere que deberían revisarse los ocho domingos y festivos ahora permitidos para ubicarlos en fechas coincidentes con eventos de gran afluencia de público en la ciudad, como las llegadas de cruceristas o la celebración del gran premio de Cataluña de Fórmula 1.
Además, deberían ubicarse los domingos y festivos de apertura adicionales en épocas de mayor gasto de turistas y menor gasto de residentes en la ciudad como los meses de julio y agosto, en que muchos barceloneses abandonan la ciudad, mientras que hay una gran afluencia de turistas.
De esta manera, según Suriñach, se podría máximizar el incremento de ventas, derivada de demanda turística y minimizar el riesgo de cambios de hábitos de los residentes