Opinión: OutDoor se reinventa, por Jaume Ferrer

Redacción - Tradesport26/07/2018
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A finales de junio los máximos responsables de ISPO reunieron en Munich a medios de comunicación de todo el mundo para presentar su nuevo proyecto para OutDoor, la gran feria de los deportes al aire libre que este próximo 2019 se traslada de Friedricshafen a la capital bávara bajo el paraguas de ISPO.

El cambio era necesario y lo demandaba el sector. De ubicación y de modelo. Las ferias por mucho que parezcan consolidadas tienen que reinventarse constantemente. Y OutDoor hacía tiempo que estaba estancada, languideciendo año tras año. ISPO, por experiencia y por trayectoria, puede explotar todo el potencial que, todavía, tiene este encuentro. El outdoor sigue al alza y una feria profesional sigue siendo perfectamente viable… si se reinventa.

Y eso es lo que se ha propuesto ISPO. Reinventar OutDoor. Aportando ideas innovadoras. Adaptándose a las nuevas formas de interactuar con los clientes y con los consumidores y, sobre todo, adaptándose a esas nuevas tendencias (especialmente la digitalización) que están cambiando las relaciones B2B y B2C. Una feria no es solo un espacio de exposición. Es un proveedor de servicios que debe ponerse al servicio de marcas, minoristas y, también, consumidores. Y no solo durante los 3 ó 4 días que pueda durar el salón. Los 365 días al año. Y a través de todos los canales posibles.

Una oferta renovada. Esta es una de las claves de la nueva OutDoor. Para ISPO el universo outdoor va mucho más allá del trekking, el alpinismo, el trail o la escalada. Hay que entender el outdoor de una forma más global, abriéndose a otras modalidades que directa o indirectamente tienen una vinculación con este universo. Los llamados “pioneros” del outdoor serán el eje del encuentro, está claro, pero igualmente ganarán protagonismo otros segmentos que se relacionan estrechamente con el outdoor. ¿El bike? Ya hemos comentado en varias ocasiones que no sería nada descabellado pensar que, más tarde que pronto, outdoor y bike puedan compartir espacio en Munich. Apoyos entre las grandes del bike no le faltan, y las carencias de Friedrichshafen son las mismas para outdoor que para bike. Tiempo al tiempo. Pero volviendo a la oferta, además del outdoor más puro y de segmentos afines, la idea de ISPO es abrirse, también, a sectores que, aun no teniendo nada que ver con los deportes al aire libre, si pueden ser fuente de inspiración, ser susceptibles de generar sinergias o, simplemente, aportar valor a los profesionales. Todo suma, y cualquier propuesta que aporte valor tiene cabida en las estrategias de la nueva OutDoor.

Para ISPO el universo outdoor va mucho más allá del trekking, el alpinismo, el trail o la escalada. Hay que entender el outdoor de una forma más global, abriéndose a otras modalidades que directa o indirectamente tienen una vinculación con este universo.



Otra apuesta firme de ISPO es dar protagonismo a los consumidores. La idea es clara: si son ellos quienes dictan las reglas, quienes definen la oferta de marcas y tiendas, quienes eligen dónde, cuándo y cómo compran, también deben ser ellos quienes definan los caminos que debe seguir el outdoor. Los planes de ISPO, en este sentido, pasan por impulsar una plataforma online de consumidores para establecer un diálogo con ellos y, a partir de las conclusiones, y sumándolas a las sensaciones de expositores y visitantes de la feria, definir los próximos pasos del outdoor.

Y eso es lo que propone ISPO. Un encuentro más global, que dará cabida a todo aquello que aporte valor, tenga o no tenga que ver con el outdoor más puro, y donde expositores, visitantes y consumidores tendrán el mismo peso y la misma influencia en lo que está por llegar.

La teoría ya está desvelada -y por lo visto marcas expositoras no faltarán a la cita-, pero la realidad está por ver…

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